Juan Muñoz, contador de historias, un constructor de metáforas en forma de escultura. Esculturas en las que la soledad se hace evidente, todas invitan al espectador a relacionarse con ellas aun creando un sentimiento de aislamiento y de introspección individual.
Para ellas, Juan Muñoz utilizó principalmente papel maché, resina y finalmente bronce. Sus tamaños son ligeramente inferior al natural. Además de la escultura, se interesó en la creación de carácter auditivo, produciendo algunos trabajos para radio, también realizó instalaciones e imagenes que desafían la percepción.
Falleció súbitamente de un paro cardíaco a los 48 años de edad, en el 2001.
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